LECCION ES 003 | La Meditación †

Por Alexander Backman | Lunes 11 de Julio , 2016 | Twitter @jesusesisrael

No mintáis los unos a los otros, habiéndose despojado del viejo hombre con sus hechos, Y revestidos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo crió;»—Colosenses 3:9-11

Donde no hay Griego ni Judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni Scytha, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos.

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El día de hoy quiero hablarles sobre la Meditación. Muchos dirían, Alexander, la Meditación es peligrosa, nunca debemos poner la mente en blanco. En efecto, la meditación trascendental, la cual practiqué durante años antes de que Jesús me rescatara es una forma errónea de la aplicación de la meditación. Por decir ‘meditación’ no me refiero a ese tipo de meditación, ni cantos raros como los son los mantras etc. No, al tipo de meditación me refiero al que se haya en La Biblia, la Palabra viviente de Nuestro Señor, Jesús Cristo.

No confundamos la falsificación pagana de la meditación que se practica en Tíbet y demás formas de misticismo de religiones falsas como el New Age o la Nueva Era. Yo fui parte de esto, y si alguien lo conoce a fondo soy yo. No caigan en la trampa de estas corrientes filosóficas. Además el vagar con la mente sin pensar en algo y el usar artefactos de adivinanza como la Ouija, la Bola 8, juegos como “Charlie Charlie”, tijeras, el péndulo y otros. Todos estos son artefactos y conductos que las entidades demoniacas interdimensionales  usan para tener  “el permiso legal” de entra a nuestras vidas. No cometas el mismo error que yo cometí.

Clarifiquemos y entendamos esto: No pensar es no usar la mente. Es poner la mente en un estado neutral. Eso no es bueno. ¿Por qué? Porque es como un imán para el enemigo. El usa cuerpos o vehículos que se vacían para ocuparlos o entrar en ellos. Es como decir, este terreno está baldío y quien sea puede entrar en él. Lo mejor es establecer el territorio y poner nuestras ideas y pensamientos en ese terreno para que esté ocupado y no vació. ¿No se si me doy a entender? Lo mejor es usar la mente para lo que fue originalmente creada, para pensar y co-crear con ella. Meditar es usar la mente de forma activa no de forma pasiva. El despejar la mente convierte  a uno en un conducto que sí no está sellado y protegido por Dios Padre (ABBA) y la Sangre de Su Hijo Jesús de antemano, será usado por los del otro bando. ¿No sé si me explico?

En contraste, la verdadera meditación involucra ponderar o contemplar con una forma de admiración temerosa, lleno uno de agradecimiento ¡de lo Grande y Magnánimo que ES Dios y Su Palabra, Sus obras y Sus caminos! Claro, siempre en conexión con la oración y las Sagrada Escrituras.

Como todo, hay leyes. Y por arriba de las Leyes Naturales, están las Leyes de Dios. El no conocerlas y saber cómo operan nos convierte en ignorantes de Dios.

Uno de mis Salmos favoritos es el más largo de todos, el Salmo 119. Este Salmo no nada más nos enseña el alfabeto en hebreo, letra por letra y lo que significa cada uno de los 22 ideogramas del lenguaje dominante en la Israel de antaño, y la cual, hasta nuestro días, como lengua, el hebreo sigue siendo la lengua oficial de Israel. Podría hablar volúmenes de lo importante que es el hebreo para el cuerpo de Cristo. Sin menospreciar las lenguas actuales en las que estudiamos La Palabra, el hebreo fue usado al igual que el arameo para los textos del antiguo testamento y el griego y posteriormente latín  para el Nuevo Testamento. Estudiar la Biblia en las lenguas originales nos ayuda en comprobar no nada más las concordancias de las palabras usadas sino las raíces de las mismas y cómo estas abren todo una series de tesoros y misterios que demuestran que La Biblia tiene muchos niveles y dimensiones. La Biblia es el único libro multidimensional que existe sobre la faz de la tierra. Es un libro con un mensaje extraterrestre. La Biblia viene de fuera de nuestro tiempo, dimensiones y espacio que ocupamos. Esto ya fue comprobado.

Bueno, regresando al tema, por mí me seguiría pero este video duraría horas en vez de minutos. Estos videos de LECCION ES pretenden edificarnos en la Palabra de Dios de manera breve y concisa. Sigamos.

El Salmo 119, compuesto de 22 estanzas de 8 versos cada una, es singular “canción de la palabra” conteniendo 176 testimonios u oraciones con respecto a la Palabra de Dios— uno para cada verso.

En el versículo 127 dice:

“Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas.”—Salmo 119:127

¿Para qué? Para que medite en tus maravillas.

Para ti, ¿qué es meditar?

No es sentarte en posiciones incómodas y raras cerrando los ojos, haciendo respiraciones específicas y pensando en nada. Eso, no es meditación. Como mencioné en el video LECCION ES 002 la NADA ya es algo, es una palabra de cuatro letras. Así que pensar en NADA es ya pensar en ALGO y poner la mente en BLANCO es ponerla en un color, ¿qué no? Independientemente de eso, no es necesario que hagas todas estas cosas para conocer a Dios. Basta con meditar, es decir, contemplar Su Palabra para conocerlo a Él.

En el Salmo 119 se usa la palabra “meditar” o “meditación”. El Rey David, el principal autor de los Salmos o Cantos a Nuestro Creador, sabía muy bien lo que es meditar como veremos. El Rey David, al usar esta palabra, “meditar”, indicaba la importancia de ésta práctica con respecto a las escrituras. EN nuestro texto la palabra “meditar” se traduce como “hablar”, pero su empuje básico es de exhortarnos a meditar las maravillosas obras de Dios, una vez que entendamos el camino de Sus preceptos.

Las otras siete (7) referencias a la meditación en el Salmo 119 son las siguientes:

“En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.”—Salmo 119:15

“Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos.” —Salmo 119:23

“Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.” —Salmo 119:48

“Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos.” —Salmo 119:78

“MEM. ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.” —Salmo 119:97

  “Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.” —Salmo 119:99

”Previnieron (anticiparon) mis ojos las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.” —Salmo 119:99

La meditación en DIOS y todas las cosas de DIOS es una recompensa que nos debe alegrar nuestros corazones y llenarnos de luz y amor por él y para él. No dejemos de agradecerle por todo lo que hace y nos muestra con cada bendición que Él no brinda. Si observamos con detenimiento, es decir, si meditamos, nos daremos cuenta que Él nos está hablando y conformando que está con nosotros a donde quiera que nosotros vayamos. A Dios le gusta que meditemos SU Palabra, Su creación. Es buen ejercicio de la mente y del espíritu. Es una gran bendición no ser un autómata mental y poder ser un Hijo del Dios viviente, un ser pensante que profundiza estos asuntos en la vida de uno, siempre con el entendimiento que somos, como asamblea o eklessia de Él en la tierra y en el cielo, ¡Somos Un solo Cuerpo con Cristo Jesús! ÉL nos mantiene unidos. Como miembros de Él, cada uno de nosotros tenemos una función diferente, pero él, en ese Cuerpo, ÉL ES, y siempre será la cabeza de todos. La Piedra Angular, el Sumo Sacerdote de la Orden de Melchizedek,

Yo hallo mi corazón sólo en Cristo Jesús.

Él ES mi vida, mi fortaleza, mi canción y salvación.

Mi consolador, mi todo en el todo.

En Él Estoy.

En Cristo solamente.

En Justicia.

Inspirando siempre a quienes vino a Salvar.

Porque toda alma fue hecha por Él.

Aquí en el amor de Cristo me paro yo.

En la tumba allí yacía su cuerpo, la luz del mundo,
mientras la muerte y la obscuridad fueron derrotadas por Él.

Y brotó en la mañana de ese día glorioso,

Él resucitó de la tumba otra vez.

Y mientras se para Él en victoria, la maldición  del pecado ya no pueden amarrarme a mí.

Porque yo soy de él, y él es mío.

Oh con la Sangre preciosa de Cristo Jesús. †

Hasta entonces amados hermanos y hermanas míos.

Nos vemos… en la Luz de la Verdad, en la Luz del Espíritu Santo de Cristo Jesús.

Amor y bendiciones a todos.

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LECCION ES 002 LA VIDA EN CRISTO JESÚS †

LECCION ES 002 | La Vida en Cristo Jesús †

Por Alexander Backman | Lunes 09 de mayo, 2016 | Twitter @jesusesisrael

En el principio existía el Verbo (La Palabra), y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Lo mismo era en el principio con Dios.
Todas las cosas fueron hechas por él, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. – Juan 1:1-4

Un grupo de bioquímicos y demás científicos han tratado por más de un siglo poder determinar cómo la vida evolucionó de la nada. Tal búsqueda es absurdamente imposible, dado que el sistema auto replicable imaginario más sencillo sería infinitamente más complejo que la máquina más sofisticada jamás diseñada por el hombre. La primera vida humana, incluso el primer sistema viviente de cualquier clase, solo pudo haber venido de una creación especial   del Dios viviente. “Te alabaré porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.” (Salmo 139:14)

Por lo tanto, “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.”, Y ÉL ES,…”no está lejos de cada uno de nosotros.” (Hechos 17:28, 27). El Señor Jesús Cristo es “aquel quien asimismo hizo el universo” y “quien sustenta todas las cosas con la palabra de Su poder.” (Hebreos 1:2-3)

El latido de nuestros corazones, creamos en él o no, es por causa de él. El es la causa por la cual tú estas vivo en ese cuerpo que Él te ha creado, que el te ha diseñado desde el vientre de tú mamá. “No fue encubierto de ti mi cuerpo. Bien que en oculto fui formado. Y entretejido en lo más profundo de la tierra” (Salmo 139:15). El nos vio en el vientre de cada una de nuestras madres. “Mi embrión (sustancia) vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritos todos mis miembros, cosas que luego fueron formada, sin faltar una de ellas.” (Salmo 139-15). La respiración de nuestros pulmones es gracias a Él, los mismos átomos y composición subatómica a nivel cuántico, se lo debemos a Él. Todas estas partes son mantenidas, son sostenidas, por Él. Si él llegase a quitar Su poder por tan sólo un momento, por un instante, todo esto que está lleno de vida, de color, de espíritu, dejaría de existir. La vida misma dejaría de existir y la luz misma de Dios cesaría, y todo esto se transformaría en una ausencia total de la presencia de Dios. Sería un abismo obscuro. Aún aquellos que lo niegan, que le escupen, que se ríen de Él, que lo menosprecian, quienes no lo conocen, quienes se le han rebelado y quienes viven en total desobediencia, hijos de perdición, hijos de su padre el Diablo, el padre de toda mentira, ya tendrá su lugar en “el Lago de Fuego y azufre que es la muerte segunda” (Rev. 21:8), al menos de que se arrepientan, y Él, por Su amor a todos, sigue esperando a que lo acepten en sus corazones empedernidos y tercos; corazones llenos de lujuria, lascivia e indiferencia perversa y depravada. Aquellos quienes han hecho corruptos más allá de lo posible sus almas, sus cuerpos al vivir en total desafío a Él, en desafío frontal y abierto a Jesús Cristo. Aquellos quienes lo siguen rechazando y blasfemando Su nombre. De aquel a quien le deben toda su existencia. Él interfasó tu conciencia y te enchufó a este cuerpo de carne. Él nos conectó a todos en estas maravillas. ¡Él lo hizo! ¡Él te creó! Y ¡Él, como mi testigo, todo lo sabe y te está viendo en todo momento! No hay cosa que en este mundo no se esté documentado o escribiendo. Hay registros de todo lo que hacemos. Él, a pesar de eso, te sigue dando una oportunidad. Eso es amor, amor del más puro, sublime e incondicional. Y a pesar de esta impiedad generalizada, de haber nacido todos nosotros aquí en la simulación, en la Matrix, la Simulatrix, sin saber aparentemente por qué existimos; a pesar de esos pretextos vanos, Jesús Cristo imprimió en nuestros corazones sus excelsas leyes. Leyes que no deben ser transgredidas. Leyes que trascienden distancias, dimensiones y universos. Somos pequeños en comparación. Somos tan diminutos en todo esto. Pero, él nos escogió, desde antes dela fundación del mundo. A sus ovejas, a Su tribu, a su raza humana. Somos eternos, somos benditos, somos santos. Los que no, deben saber que hay consecuencias de todos sus pecados. Y el pago de estos pecados es la muerte. El Día de la Venida del Señor se aproxima. Una muerte que Él ya pagó por ti. , te ama. ¡Te Ama! ¡Arrepiéntete! ¿El te perdona todo. ´Jesús te renueva, te hace renacer, no en carne sino en espíritu. ¡Sé libre! ¡Vuela alto! Deja que Jesús Cristo, el único que tiene las llaves a la vida eterna, o a un eterno tormento, te tomé y te salve hoy mismo. Acéptalo en tu corazón, pídele perdón y ¡ámalo con toda tu mente, cuerpo y espíritu! Habla con él. Él está a un respiro, a un latido de distancia. Con decirte que hasta tiene contado, no nada más los cabellos de nuestros cuerpos, sino también los latidos de nuestros corazones. ¡Agradécele! ¡Arrodílate! Y ¡Alábalo!

Colosenses 1:16 dice:

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

“Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo (Juan 5:26) La Vida está “en él”; Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. (V. 21), así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante (1 Colosenses 3:3-4).

Por ende, amados míos, El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida (1 Juan 5:12). A través de la fe en su muerte en sacrificio y resurrección hacia la vida, la vida eterna, “porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Amados y bienaventurados, que de aquí en adelante Cristo mismo sea “nuestra vida” (Colosenses 3:3-4).

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